Durante el siglo XX, el Puente Ferroviario de Nueva Imperial, que cruza el Río CholChol, se convirtió en el enlace para potenciar económicamente la comuna. Los trenes que pasaban por él ayudaron a crear un gran intercambio comercial, social y cultural.
En sus inicios estaba hecho con madera nativa del sector, para luego ser remodelado con metal por la empresa francesa Schneider y Creusot, misma compañía que construyó la Estación Central en Santiago y el Viaducto de Malleco en Collipulli. El puente fue construido a la antigua; traído pieza por pieza en barco y armado en nuestro país.
Fue inaugurado en 1909, por lo que varios de los adultos mayores de la zona deben tener aún en su memoria los sonidos que hacía la locomotora al pasar por el lugar, el sonido de las vías cuando pasaban las máquinas y vagones, o las postales que dejó en sus recuerdos los años gloriosos del puente, que funcionó hasta el año 2000.
El 24 de septiembre de 2008, casi cien años después de la inauguración del puente, fue declarado monumento nacional, no solo por su edad y belleza, sino por considerarse un elemento identificativo de la comuna de Nueva Imperial.
Para sus vecinos, el puente es un testigo de todos los cambios que han atravesado como localidad, además de continuar siendo un nostálgico recuerdo para quienes pudieron presenciar ese hermoso espectáculo.
Cada cierto tiempo, entre vecinos surge la idea de restaurarlo para sacarle un poco más de provecho, convirtiéndolo en un puente peatonal. El plan sería crear un montón de actividades culturales en el lugar, invitando a la gente a conocer la comuna y la historia del río Cholchol.
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